Los suelos de tarima son muy
frecuentes en muchas casas y si hay algo que es cierto es que son mucho más
delicados que los suelos comunes y, por tanto, su mantenimiento requiere mayor
cuidado. ¿Vas a poner un suelo de este tipo y no sabes cómo mantenerlo? ¿Lo
tienes pero no estás segura de conocer todos los secretos para cuidarlo como
deberías? En este post te enseñamos cómo
cuidar los suelos de tarima correctamente.
Lo primero que debes saber sobre
los suelos de tarima es que, aunque son una alternativa perfecta a los suelos
de madera y son menos delicados que éstos, también hay una serie de factores
que pueden influir en su estado y que debes conocer, además de unos cuantos
consejos.
Evita que le den directamente los rayos de sol
Uno de estos factores de los que
te hablamos es el sol. Si hay partes de la casa en las que el sol entra por
alguna ventana y da directamente sobre el suelo de tarima, será mejor que
pongas un protector solar o una cortina porque, a la larga, los rayos del sol
pueden cambiar las propiedades del material del suelo y dejarle un aspecto
deteriorado que desentone con el resto. También puedes usar alfombras si no
quieres perder luminosidad en la casa.
¡Cuidado con arrastrar los muebles!
El otro enemigo de los suelos de
tarima son los rayones así que lo ideal es que intentes evitar andar con
tacones, tener mucho cuidado al mover muebles y al arrastrar sillas. Para esto
último lo mejor es colocar protectores en las bases de los muebles.
Usa alfombras
Te serán de gran ayuda para cuidar
los suelos de tarima si las colocas en la entrada de la casa porque así,
quienes pasen por la puerta, podrán retirar los restos de tierra u otras
sustancias de la suela de los zapatos para que al pisar sobre el suelo de la
casa no se raye.
El mejor proceso de limpieza
Para cuidar los suelos de tarima
la mejor forma de proceder es retirar primero el polvo de toda la superficie
con una mopa o una aspiradora. Después fregando el suelo con un poquito de agua
templada y un chorrito de limpiador para suelos, suave. Finalmente, si quieres
sacarle todo el brillo, prueba a mezclar 1/3 tazas de vinagre y dos chorros de
lavavajillas líquido en un cubo de agua caliente. Ahora friega la superficie de
la tarima en la dirección de las rayas de ésta y deja que se seque. Tus suelos
habrán quedado como nuevos.
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