lunes, 6 de julio de 2015

Cómo cuidar los suelos de tarima



Los suelos de tarima son muy frecuentes en muchas casas y si hay algo que es cierto es que son mucho más delicados que los suelos comunes y, por tanto, su mantenimiento requiere mayor cuidado. ¿Vas a poner un suelo de este tipo y no sabes cómo mantenerlo? ¿Lo tienes pero no estás segura de conocer todos los secretos para cuidarlo como deberías? En este post te enseñamos cómo cuidar los suelos de tarima correctamente.

Lo primero que debes saber sobre los suelos de tarima es que, aunque son una alternativa perfecta a los suelos de madera y son menos delicados que éstos, también hay una serie de factores que pueden influir en su estado y que debes conocer, además de unos cuantos consejos.


Evita que le den directamente los rayos de sol

Uno de estos factores de los que te hablamos es el sol. Si hay partes de la casa en las que el sol entra por alguna ventana y da directamente sobre el suelo de tarima, será mejor que pongas un protector solar o una cortina porque, a la larga, los rayos del sol pueden cambiar las propiedades del material del suelo y dejarle un aspecto deteriorado que desentone con el resto. También puedes usar alfombras si no quieres perder luminosidad en la casa.

¡Cuidado con arrastrar los muebles!

El otro enemigo de los suelos de tarima son los rayones así que lo ideal es que intentes evitar andar con tacones, tener mucho cuidado al mover muebles y al arrastrar sillas. Para esto último lo mejor es colocar protectores en las bases de los muebles.

Usa alfombras

Te serán de gran ayuda para cuidar los suelos de tarima si las colocas en la entrada de la casa porque así, quienes pasen por la puerta, podrán retirar los restos de tierra u otras sustancias de la suela de los zapatos para que al pisar sobre el suelo de la casa no se raye.

El mejor proceso de limpieza

Para cuidar los suelos de tarima la mejor forma de proceder es retirar primero el polvo de toda la superficie con una mopa o una aspiradora. Después fregando el suelo con un poquito de agua templada y un chorrito de limpiador para suelos, suave. Finalmente, si quieres sacarle todo el brillo, prueba a mezclar 1/3 tazas de vinagre y dos chorros de lavavajillas líquido en un cubo de agua caliente. Ahora friega la superficie de la tarima en la dirección de las rayas de ésta y deja que se seque. Tus suelos habrán quedado como nuevos.


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