viernes, 22 de mayo de 2015

Cómo hacer tu propio jabón de lavanda casero


La lavanda es uno de los aromas preferidos en la mayoría de hogares. Es agradable, genera sensación de bienestar, de limpieza ¡y gusta a todo el mundo! Se puede adquirir en distintos ambientadores ya que hoy en día hay casi de todo: en spray convencional, en el de 1 toque, en barra de incienso... Pero ¿y si fabricaras tu propio jabón de lavanda casero para usarlo en distintas tareas de higiene y de limpieza de tu hogar? A continuación te contamos cómo hacerlo.

En primer lugar, para fabricar jabón de lavanda casero vas a necesitar varios ingredientes y materiales antes de empezar:  

  • 250 gramos de lavanda fresca bien troceada y lo más fina posible.
  • 1 kilo de jabón de castilla rallado. Para quienes no lo saben, el jabón de castilla es el que se fabrica con agua, sosa y aceite de oliva. Viene en una barrita como los jabones de mano tradicionales y puedes conseguirlo en tiendas de alimentos y productos naturales o comprarlo online.
  • 550 gramos de aguardiente
  • 1 molde para jabón
  • 15 gramos de aceite esencial de lavanda

Ahora bien, una vez que tengas todos los materiales, comenzamos. Lo primero que debes hacer es mezclar la lavanda con el aguardiente en una trituradora rápidamente durante unos dos minutos más o menos. La mezcla resultante la colocas en un recipiente cerrado de manera hermética y esperas 24 horas.

Lo siguiente es escurrir la lavanda y la mezcla del alcohol. El líquido que ha sobrado lo colocamos en una cazuela junto al jabón rallado para calentarlo al baño maría. Ahora con el calor iremos deshaciendo el jabón prácticamente sin removerlo.

Cuando el jabón y el líquido se hayan deshecho podremos apreciar una mezcla blanda y también clara. Introducimos en ella el aceite esencial de lavanda, mezclamos y con el resultado llenamos los moldes para jabón.

Ahora sólo necesitamos enfriar el jabón a temperatura ambiente hasta que se haya formado una película fina con consistencia dura. En ese momento, sacamos el jabón del molde y lo dejamos secar entre 4 y 6 semanas. ¡Listo! Pasado ese tiempo ya tendrás un práctico y original jabón  de lavanda casero que podrás usar para lo que quieras: para lavarte las manos, para lavarte el cuerpo, para lavar algunas prendas a mano, para decoración, perfumar armarios, cajones, etcétera.


¿Qué te ha parecido el truco? ¿Lo has probado? ¿Qué tal te ha ido? 

No hay comentarios: